RESTAURACIÓN DE ECOSISTEMAS ACUÁTICOS EN ÁREAS PROTEGIDAS DE LOS ALPES Y LOS PIRINEOS

Murciélagos, ¡pequeños grandes desconocidos!

Con más de 1.440 especies en todo el mundo, los murciélagos son verdaderos ejemplos de la biodiversidad entre los mamíferos. Aproximadamente el 20% de todas las especies de mamíferos son murciélagos. El orden de los quirópteros, de origen griego que significa «manos aladas» (keir = mano, pteron = ala), agrupa a todas las especies de murciélagos.

Los murciélagos se distribuyen por la mayor parte del planeta, excepto en los polos. Están presentes tanto en los continentes como en las islas alejadas de la tierra firme. Pueden vivir desde las cordilleras de las montañas hasta los oasis de los desiertos, desde las regiones tropicales hasta las boreales. Pueden refugiarse tanto en cuevas como en agujeros y grietas de los árboles, en las grietas de las rocas, en edificaciones o en medio de la frondosidad de la vegetación, e incluso algunos se esconden entre las piedras de los márgenes de los ríos.

A diferencia de las aves, los quirópteros vuelan con las manos mientras que las aves lo hacen con los brazos. Son los únicos mamíferos voladores. Las extremidades anteriores de los quirópteros han evolucionado seleccionando dedos y antebrazos largos. Las estructuras óseas que vemos en las alas son los dedos de la mano y permiten sostener una membrana fina y desnuda llamada patagio, la cual tiene fibras musculares y muchos vasos sanguíneos. La vida aérea de los quirópteros ha conducido a seleccionar diversas adaptaciones relacionadas con el vuelo. Al igual que sucede con las aves, los murciélagos tienen una musculatura pectoral muy desarrollada que les permite mover las alas y hacer un vuelo batido. Pero esta musculatura necesita una estructura ósea rígida de anclaje. Esta es el esternón, que también está bastante desarrollado y en muchas especies tiene forma de quilla. El tamaño de los murciélagos varía bastante según la especie.

Los murciélagos presentan otras adaptaciones al vuelo, que si bien no son tan evidentes como las alas, también son importantes para poder volar. La mayoría de las especies solo tienen una cría, característica que permite mayor maniobrabilidad a las hembras gestantes, lo cual, a su vez, aumenta la probabilidad de supervivencia.

Los desplazamientos estacionales de los murciélagos pueden ser muy variables de una especie a otra o incluso entre poblaciones de una misma especie. Algunas pueden realizar largos desplazamientos estacionales que en algunos casos superan los mil kilómetros de recorrido. Este es el caso del murciélago nóctulo pequeño (Nyctalus leisleri), muy abundante en los bosques de los Pirineos.

Izquierda: Barbastella barbastellus (Marc López-Roig) | Derecha: Rhinolophus hipposideros (Xavier Bayer).

En Cataluña las migraciones más conocidas son las del murciélago de cueva (Miniopterus schreibersii), especie que vuela relativamente rápido y que puede realizar desplazamientos estacionales superiores a los 300 km de recorrido.

Otro aspecto interesante de la biología de los quirópteros es su longevidad. Esta es más larga respecto a la que les correspondería por su tamaño corporal.

Los quirópteros explotan un amplio espectro de recursos alimentarios que comprende desde los que comen fruta hasta los míticos vampiros. Hay murciélagos que comen ranas, pájaros, peces, pequeños reptiles, escorpiones o incluso carroña. Otro tipo de dieta es la nectarívora, que corresponde a la alimentación a partir del néctar y el polen de las flores. Los murciélagos que tienen este régimen alimentario contribuyen a polinizar un gran número de plantas.

Incluso hay especies de plantas cuya polinización es muy especializada y dependen de ciertas especies de quirópteros. Sin embargo, la mayoría de las especies (el 70 %) de murciélagos comen insectos.

Los murciélagos tienen la capacidad de emitir ultrasonidos para orientarse, comunicarse entre sí y también para localizar y cazar presas.

Los gritos emitidos para comunicarse entre murciélagos, también llamados gritos sociales, se utilizan entre madre e hijo en las colonias de cría, para aparearse, marcar territorio o defenderse cuando se sienten amenazados. El proceso por el cual los animales localizan objetos que no pueden ver o tocar gracias a la emisión de señales acústicas y al análisis de sus ecos recibe el nombre de ecolocalización. Los gritos ultrasónicos son producidos por las cuerdas vocales. Los ultrasonidos emitidos sufren una reflexión cuando encuentran obstáculos y los ecos son captados nuevamente por los murciélagos emisores. La ecolocalización permite medir la distancia que hay entre el emisor y el obstáculo, pero también posibilita calcular la velocidad relativa de la presa, ya que normalmente ni el murciélago ni la presa están quietos. Los murciélagos también lo utilizan para recibir información sobre la forma, el tamaño y la textura de la superficie del objeto que tienen frente a ellos.

A pesar de las creencias populares, los murciélagos no son ciegos. Tienen ojos que les permiten, cuando hay suficiente luz, percibir el mundo en blanco y negro.

Seguimiento de 7 especies de murciélagos

Una de las novedades de este nuevo LIFE respecto al anterior, es el estudio de algunas especies de murciélagos. Los murciélagos estudiados son insectívoros que se alimentan de grandes cantidades de insectos y que habitualmente cazan alrededor de los estanques.

El proyecto incluye el seguimiento de 7 especies de murciélagos: el murciélago de bosque (Barbastella barbastellus), el murciélago de hocico largo (Myotis myotis), el murciélago orejudo alpino (Plecotus macrobullaris) presentes en los Pirineos y los Alpes, y el murciélago de herradura pequeño (Rhinolophus hipposideros), el murciélago de hocico agudo (Myotis blythii), el murciélago de Bechstein (Myotis bachsteinii) y el nóctulo gigante (Nyctalus lasiopterus).

Tecnologías y herramientas para el estudio de los murciélagos

El estudio de los murciélagos es complejo y por eso es el grupo de mamíferos más desconocido que existe. Son animales complicados de observar porque se esconden en lugares poco o nada accesibles y vuelan de noche, lo que dificulta su observación.

Algunas de las metodologías que se utilizan para estudiarlos son:

  • Capturas de murciélagos
  • Cajas refugio
  • Seguimiento de refugios
  • Estaciones de escucha con detectores de ultrasonidos
  • Radioseguimiento

En el caso del LIFE, el estudio de los murciélagos se lleva a cabo mediante la instalación de aparatos de grabación de los ultrasonidos emitidos por los quirópteros y la instalación de redes que permiten la identificación específica de los individuos, aportan datos sobre el ciclo biológico y permiten la obtención de excrementos para análisis sobre su alimentación y su estado sanitario.

Trabajo de seguimiento (Jordi Serra Cobo)

Gracias a los aparatos de registro de ultrasonidos se puede conocer la actividad de los murciélagos y las especies que más frecuentan los estanques. Los excrementos permiten saber qué alimentación tienen.

Tienen un importante rol ecológico

Los murciélagos aportan importantes servicios ecosistémicos: son polinizadores de plantas, actúan como dispersores de semillas y sirven para controlar las poblaciones de insectos, ya que un murciélago puede llegar a ingerir hasta 3000 insectos por noche, lo que los convierte en controladores naturales de plagas en ambientes agrícolas y forestales. Son grandes consumidores de mosquitos y, por lo tanto, nos ayudan a mantener a raya a estos insectos que son grandes vectores de enfermedades como la malaria o el dengue.

Uno de los trabajos interesantes del proyecto es comparar la presencia de murciélagos en estanques con peces y estanques donde no hay peces. Cuando en un estanque hay peces, toda la biodiversidad del estanque se ve afectada y modificada. El estudio quiere saber si la mencionada afectación de la biodiversidad también incide en la estructura de la comunidad de quirópteros, es decir, en la abundancia y la diversidad de murciélagos.


Fuentes:

  • Serra-Cobo J, López-Roig M, Bayer X, Amengual-Pieras B i Guasch F. 2008. Els ratpenats: ciència i mite. Publicacions i Edicions de la Universitat de Barcelona.
  • Serra-Cobo J, López-Roig i Bayer X. 2015. El tresor ecològic de les mines de Can Palomeres: els ratpenats. Publicacions de l’Ajuntament de Malgrat de Mar.
  • Serra-Cobo J, Sanz V i Martínez-Rica JP. 1998. Migratory movements of Miniopterus schreibersii in the north-east of Spain. Acta Theriologica, 43(3): 271-283.
  • https://secemu.org
  • Guia de camp. Els ratpenats de Catalunya
  • https://www.batmonitoring.org/v0/CAT/coneguem/coneguem.php