RESTAURACIÓN DE ECOSISTEMAS ACUÁTICOS EN ÁREAS PROTEGIDAS DE LOS ALPES Y LOS PIRINEOS

Fuentes y turberas: paisajes de agua, roca y biodiversidad

En los Pirineos, una parte importante del agua de lluvia no discurre por la superficie, sino que se infiltra en el subsuelo. Allí circula lentamente hasta que encuentra una capa impermeable o una discontinuidad del terreno que la hace aflorar de nuevo. Puede hacerlo en forma de fuentes o manantiales, cuando emerge en cantidad, o bien empapando el suelo de forma difusa, dando lugar a las turberas — zonas húmedas de gran importancia ecológica.

Fuente de agua (izquierda) / Turberas calcícolas (derecha). Fotos: E. Carrillo

En estos ambientes, el agua suele estar mineralizada, especialmente rica en sales de calcio. Esto tiene una consecuencia muy curiosa: cuando el agua fluye por pequeñas cascadas, goteos o fuentes, puede precipitar carbonato cálcico sobre las plantas que viven allí, como algas, musgos y algunas hierbas. Con el paso del tiempo, estas formas vegetales quedan recubiertas por una costra mineral que crece lentamente hasta formar una roca porosa llamada travertino.

Musgo donde se forma el travertino. Foto: T. Llobet

Es un proceso natural de “petrificación vegetal” que da lugar a paisajes únicos.

Hábitats escasos pero valiosos

Las fuentes carbonatadas formadoras de travertino y los manantiales calcícolas son hábitats raros y de gran valor a escala europea. En los Pirineos catalanes encontramos algunos ejemplos muy interesantes, aunque ocupan superficies reducidas. Su importancia radica tanto en la riqueza de especies vegetales que albergan como en la rareza de este tipo de ambientes.

En general, su estado de conservación es aceptable o bueno, pero existen presiones que los afectan, especialmente la del ganado. El pastoreo es una actividad tradicional en estas zonas, pero la concentración de rebaños — sobre todo en periodos de sequía — puede provocar:

  • Desecación, por captación o desvío del agua.
  • Ruderización, es decir, sustitución de la vegetación especializada por especies más comunes debido al exceso de nutrientes.
  • Destrucción de la cubierta vegetal, causada por el pisoteo y el pastoreo intensivo.

Dependiendo de la temperatura y el grado de mineralización del agua, encontramos comunidades vegetales diferentes. Las fuentes y manantiales con aguas carbonatadas presentan una flora bastante distinta a la de aguas más blandas, y a menudo, en alta montaña, pueden observarse parches diferenciados de una y otra vegetación en un mismo lugar.

Autor: Toni Llobet